sábado, 27 de mayo de 2017

LEER A LARRA ES PENSAR




 Para la semana próxima, Mariano José de Larra. Un ídolo del romanticismo, estudioso, listo, rápido, critico… poeta, dramaturgo, traductor, periodista, político… descriptor, casi pintor… de sociedades y costumbres… casi psicólogo de tipos y vicios… casi un provocador, un agitador… una persona inteligente que creía y quería que se podía cambiar algo para llegar a mejor vivir… un romántico… casi un iluso como la mayoría de nosotros…

Leer a Larra es ponerse en marcha y darse cuenta de lo inútil, de lo falso, de lo falto de sentido… y se corre el peligro de sufrir un síndrome de Burnout… de caer en una depresión y un desencanto como le ocurrió a este buen escritor… peligroso… muy peligroso… es casi tan peligroso como jugar a la lotería cuando los premios ya están repartidos antes del sorteo…

Larra, como descendiente de ilustrados, educado entre mundos progresistas y cultos, creía que la única solución para cambiar este absurdo mundo era la educación… pero si hoy nos visitara se daría cuenta de que cualquier educación no nos sirve… ¿cuentas?... ¿matemáticas?... ¿gramática?... ¿idiomas?... ¿geografía?... ¿viajar?... Si no se anclan en unos cimientos de saber pensar… de ser autónomos y no “seguidores” de modas y “rebaños”… de poco nos van a servir…

¡No nos perdamos!, ¡No nos confundamos!...
¡No debemos ni podemos confundir alimentación con cocina! (modas absurdas y extravagancias sin sentido que pervierten la función alimenticia y nutricional)…
¡No debemos ni podemos confundir el deporte con la competición! (sucedáneo de las guerras tribales del hombre de la edad de piedra… los de la cueva grande contra los de la cueva chica)…
¡No debemos ni podemos confundir leer un libro que nos motiva con el debido interés con las ferias del libro y las campañas publicistas editoriales! (Portadas, colores, formatos, modas, culto al ídolo autor, listas de ventas)…
¡No debemos ni podemos comprar libros para no leerlos!
¡Debemos leer libros o artículos y pensar, y pensar, y volver a repensar!
¡Podemos vivir mejor si pensamos mejor!
¡Podemos pensar mejor si leemos más y mejores libros o artículos, aunque no los compremos!
¡Podemos y debemos compartir libros, pensamientos y conocimientos… sin necesidad de comprarlos o poseerlos… como ocurre con el planeta, el agua, el aire… o la vida que es un regalo sin precio!

 
Escrito por: Javier Morera

lunes, 22 de mayo de 2017

EL VIAJE… ROMÁNTICO…





Nuestra vida es un viaje… el gran viaje… al principio difícil y casi sin ser conscientes de que ya todo se mueve… cambia… viaja con nosotros… luego vas siendo consciente y hasta entendido en el viaje… pero muchos lugares y personas ya se han quedado atrás… se han perdido en lejanos horizontes del pretérito…

Cambian las cosas… los paisajes… los protagonistas… las situaciones… cambiamos nosotros en una vertiginosa evolución que parece cincelada por mil partículas erosivas de la vida…

Influimos y somos influenciados… cambiamos, hacemos cambiar… somos cambiados… viajamos… vivimos en el viaje… somos viaje vivo que cambia…
Eso le pasó a Washington Irving en su viaje por la Península Ibérica, por Andalucía, por Granada… y escribió ese relato que nos ha dejado un recuerdo y una Historia… Irving fue alterado por Granada y la Alhambra fue modificada por él, o al menos la idea popular sobre este lugar y esos tiempos del siglo XIX…

En el mundo de los escritores, de los lectores, de los románticos y de los que viajamos con estas “cosas”… Irving nos dejó una interferencia que modifica, modula, influye y altera esa época, ese lugar y esas visiones que todos nos hacemos de nuestro entorno…

Irving, como tantos románticos, no solo hizo un viaje… además lo escribió… como otros lo pintan o lo poetizan… o lo musicalizan… y ahora podemos sumergirnos en esas leyendas y relatos que nos trasportan a la visión del viaje de este norteamericano… y disfrutar de su arte y de su gozo…
Esta semana tenemos una cita con Cuentos de la Alhambra… tenemos una cita para partir en un viaje por la sensibilidad de Irving… con la excusa de esa joya que es la Alhambra… os pongo unas citas para que recordéis sus textos…

La contemplación de ciudades y aldeas amuralladas, construidas como nidos de águilas entre las peñas y rodeadas de cresterías moriscas o de ruinosos torreones colgados de altos picachos, hace que la imaginación retroceda, en los pasos agrestes de las montañas, a los caballerescos tiempos de la guerra entre cristianos y musulmanes y a la romántica lucha por la conquista de Granada.

…./…

Inconscientemente me he extendido con una disquisición mas amplia que lo que pretendía sobre los aspectos generales del viaje en España, pero es que hay siempre algo poético, que subyuga la imaginación, en todos los recuerdos de la Península.

…/…

Tales fueron los mínimos preparativos de viaje; sobre todo, íbamos bien provistos de buen humor y de una clara predisposición a pasarlo bien. Nos decidimos a viajar como el autentico contrabandista, aceptando todo como viniere, bueno o malo, y mezclándonos con gente de toda clase o condición, en este nuestro errante compañerismo. Este es, ciertamente, el verdadero modo de viajar en España. Con un estado de animo así, ¡que país este para el viajero, en el que la mas mísera posada esta llena de aventuras, como un castillo encantado, y donde cualquier comida es por si sola una proeza! Quéjense otros de la carencia de buenos caminos y hoteles suntuosos y de todas las refinadas comodidades de un país culto y civilizado, pero sumido en la vulgaridad de costumbres. Por lo que a mi se refiere, prefiero trepar por ásperas montañas o vagar sin rumbo determinado, gozando de las costumbres semisalvajes, aunque francas y hospitalarias, que prestan un verdadero y delicioso encanto a la vieja y romántica España.

Escrito por: Javier Morera

domingo, 14 de mayo de 2017

VOLVEMOS CON BOND




 Siempre volvemos con Bond.

Cuando Ian Fleming construye un personaje de aquel corredor estrecho (Muro de Berlín) y entre alambradas con zonas minadas (Corea) y espías que roban cohetes espaciales (la carrera del espacio)… dio con la diana de lo que estaba ocurriendo y seguiría vigente durante todo el siglo XX… y seguimos… algunos escenarios de la tensión mundial han ido cambiando desde la época primera de Bond… y ahora tenemos otros como Ucrania, Turquía, Venezuela… pero otros tan solo han cambiado de generación, que ni siquiera de bandera o clan gobernante… Corea, Cuba, Afganistán…

El tema es bueno… las luchas humanas por el poder total y totalitario… unos lo manifiestan abiertamente como algunos dictadores que se acuñan sus monedas con su propio perfil… y otros lo encriptan en dulzonas películas y bebidas de moda… pero la lucha por el control del mundo (o sus variables causantes del control, como el dinero, los recursos, armas…) continua… Roma contra Cartago… U.S.A contra U.R.S.S….Capital contra Revolución…
El ámbito donde se proyectan estas películas es magníficamente actual… cambia con el tiempo y las modas, como los protagonistas… y parece mucho mas adecuado que cometer el error de hacer presentes nuestros problemas actuales en otras épocas que no los tuvieron… como lo que hace “La Guerra de las Galaxias” o “Juego de tronos”… eso es cometer un serio error… ya que lo que les sucedió en esos tiempos o en esos espacios tan diferentes sería muy distinto, pero especialmente, la manera de “verlo y entenderlo” debe obedecer a otras perspectivas y actitudes…

Esta semana nos enfrentamos a ese titulo de la saga 007 que en castellano se titula: Al Servicio Secreto de su Majestad… la número seis de la colección… en la que ocurren muchas cosas… y algunas tienen que ver con otros títulos anteriores… y otras con acontecimientos de esos tiempos que corrían de 1969… y también nos da hechos que luego serán referenciados en películas posteriores de la colección… en fin todo un mundo… el mundo de Bond… que hay que conocer para entender y disfrutar… como todo en esta vida tan compleja de los seres humanos… ya sabes, cada uno ve las cosas desde sus posibilidades… y hay algunos que son muy simples… y da la casualidad que todo lo ven muy simple… otros lo vemos todo muy complejo… y no entendemos casi nada… ¡Tendremos que llamar a Bond para que con su clara intuición y sangre fría solucione nuestros problemas de “paro”, “terrorismo”, “Contaminación”, Crisis económica”… Mira estos problemas los soluciona cualquier vecino mientras bajamos en el ascensor… claro para estas mentes, las películas de Bond son muy simplonas… por eso dedican su tiempo libre al fútbol y las recetas de cocina… ¡claros exponentes de la intelectualidad excelente!



Escrito por: Javier Morera


domingo, 7 de mayo de 2017

UN HOMBRE DÉBIL QUE SE HA HECHO INMORTAL



 

Esta semana nos encontramos con otro inmortal… un niño insano y débil… en un país frío y duro… en épocas de vida dura y trabajosa… Roberto Luis Stevenson fue un enfermizo delicado de salud… que soñó en sus libros lo que nunca pudo hacer él… consiguió viajar… casi a costa de su vida… y como su biógrafo y admirador G. K. Chesterton nos dice en su magnifica biografía literaria, “sus viajes fueron un periplo de hospitales”… pero se convirtió en un escritor eterno y sus obras se han hecho inmortales… como su recuerdo de cuentacuentos en paisajes exóticos…

Esta semana disfrutamos con La Flecha Negra… al comenzar el capitulo primero del libro quinto, en una pelea se nos muestran los ideales románticos… uno contra todos por un ideal… es ayudado por otro valiente solo por defender a un caballero acosado por muchos…

La helada era más fuerte que nunca; el aire, quieto y seco, cortaba el rostro. Había desaparecido la luna, pero brillaban aún numerosas estrellas, y el reflejo de la nieve era claro y vivo. Para caminar no era necesaria linterna alguna, y aquel aire tranquilo, pero diáfano, no infundía la menor tentación de detenerse.

Había cruzado Dick la mayor parte del terreno abierto entre Shoreby y el bosque, y se hallaba ya al pie de la colina, a unos cien metros de la Cruz de santa Brígida, cuando, en medio del silencio de aquella madrugada, sonó la estridente nota de un toque de clarín, tan agudo, tan claro y penetrante, que creyó no haber oído jamás otro igual. Sonó una vez, se repitió precipitadamente otra, y luego sucedió el ruido de chocar de aceros.

Aguzó el oído Shelton y, desenvainando la espada, corrió monte arriba.
Pronto divisó la cruz y pudo percatarse del feroz encuentro que se desarrollaba en el camino, frente a ella. Siete u ocho eran los que atacaban y sólo un hombre el que les hacía frente, pero tan rápido y diestro era éste, tan desesperadamente acometía y dispersaba a sus adversarios, tan gallardamente se aferraban sus pies sobre el hielo, que antes de que Dick pudiera intervenir ya había matado a uno, herido a otro y mantenido a raya a los demás.

Sin embargo, milagro parecía que de tal modo pudiera seguir defendiéndose, ya que, a cada instante, cualquier accidente, el menor resbalón sobre el helado suelo o un error de su mano, podía costarle la vida.
-¡No desmayéis, caballero! ¡Voy en vuestro auxilio! -gritó Richard, olvidando que estaba solo y que el grito era impropio-. ¡A la Flecha! ¡A la Flecha! -exclamó, cayendo sobre la retaguardia de los agresores.

Gente brava eran éstos también, pues ni una pulgada cedieron ante la sorpresa, sino que, haciendo frente, cerraron con asombrosa furia sobre Dick. Cuatro contra uno lucharon entonces, y, al resplandor de las estrellas, relampagueaban de continuo en torno suyo los aceros; las chispas saltaban con furia; uno de sus contrincantes cayó... en el fragor de la pelea, apenas supo por qué; luego sintió él mismo un golpe en la cabeza, y aunque el casquete de acero que llevaba bajo la capucha le protegió, la fuerza del porrazo le hizo caer sobre una rodilla y sentir que la cabeza le daba vueltas como si fuera el aspa de un molino.

Entretanto, el hombre en cuyo auxilio acudiera en vez de tomar parte entonces en la contienda, a la primera señal de intervención había saltado hacia atrás con más fuerza y precipitación aún, tocando de nuevo aquella misma trompeta de agudo sonido que había sido la voz de alarma. Un instante después cargaban sobre él sus enemigos, y una vez más acometía y esquivaba, saltaba, hería, caía de rodillas, usando indistintamente espada y daga, pies y manos, con el mismo indomable valor y febril energía y destreza.

A los románticos nos gustan los lances por honor e idealismos… en condiciones desiguales… casi sin posibilidad de vencer… a la desesperada…
A los románticos nos gustan los mundos donde las ideas valen más que el dinero… el honor más que la vida… y el amor más que nada en el mundo…
A los románticos no nos gusta la cocina… ni las leyes de los poderosos… ni el deporte apañado con dinero… ni los políticos corruptos…
A los románticos nos gustan los libros donde evadirnos de este mundo realista y consumista…



Escrito por: Javier Morera