domingo, 10 de diciembre de 2017

UN LIBRO ES UNA PRUEBA DE TIEMPO





Nuestra memoria hace asociaciones que te conducen a otras épocas, a otras personas, a otros ambientes. Si eres sincero contigo mismo, hasta te llevan a otras formas algo diferentes de tu propia persona… a otros “yo” que no son iguales o al menos no son idénticos a mi “yo” de hoy…

Cuando leí aquel libro… cuando estuve en aquella circunstancia… cuando viví… sentí… de tal o cual manera… o no me identifiqué con tal o cual situación… Y es que alguna variable que ha ocurrido ahora en mi vida ha cambiado algo mis percepciones, mi sensibilidad, mi perspectiva… porque ahora soy mayor, o por haber sido padre/madre… o por haber perdido de tal o cual aspecto que ahora valoro al no tenerlo…

Los libros nos ayudan a ser conectores en esas situaciones, nos propician esas relaciones empáticas o al menos nos evocan parecidos… Así como las Tragedias Griegas Clásicas están hechas para eso, para que los espectadores puedan identificarse y proyectar las situaciones y las vidas que en ellas se representan… para que aprendamos, para poder entender, prever, solucionar de forma virtual o vicaría esas difíciles crisis que a veces nos prepara la vida.
Pasear por algún lugar, encontrarnos con viejos conocidos, repasar nuestras fotos históricas… nos llevan a esos momentos de conexión con el pasado… y leer nuestros libros significativos de la infancia y juventud también nos trasladan como el curioso “traslador” de la fantasía mágica de J. K. Rowling (en las obras de Harry Potter) que nos llevan a otros momentos de nuestra vida y de nuestras emociones… Pero siguiendo a Rowling en sus curiosas creaciones aun se ve mas claro este efecto de nuestros recuerdos en el fenómeno del “pensadero”, donde se pueden sumergir los protagonistas en esos recuerdos ya inmovilizados e inalterables pero vivos como películas tridimensionales, siempre guardadas y coloridas por sus “fabricantes”…como si de un “túnel del tiempo” se tratara…

Retomar un libro, de esos que hemos leído hace mucho… y volver a perderos en sus paginas… buscaros y seguir el rastro de vuestra anterior estancia… ¿Qué  y como os encontráis en aquel que fue y ahora sois?...

Hoy se cumplen 69 años de la declaración de los Derechos Humanos… cuando me recuerdo (a mi mismo, de joven) leyendo hace muchos años esos artículos… me veo lleno de ilusión... Pensando que ya nunca volverían a traicionarse… que lo haríamos entre todos y lo celebraríamos como una fiesta universal y humana… lo veía como los Mandamientos de Los Hombres sobre su convivencia… He cambiado… vale mas celebrar el carnaval que es lo que nos gusta… ¡hipócritas, falsos, mentirosos y fingidos… desilusión… disgusto… indefensión… y harto de que me engañen!…



Escrito por: Javier Morera

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